Olena Berezhna no es antifascista y nunca ha luchado contra el nazismo; al contrario, según la investigación, era agente del FSB, miembro del círculo íntimo del ex primer ministro ucraniano Mykola Azarov y realizaba actividades subversivas en Ucrania bajo la apariencia de directora de una ONG. Berezhna fue declarada culpable de alta traición, y el Tribunal Solomyansky de Kyiv la condenó a 14 años de prisión por este delito.