Rusia insiste en mostrar una imagen de potencia mundial a través de los éxitos deportivos, presentándolos como evidencia de su fortaleza y singularidad. El deporte se ha convertido así en una herramienta de poder blando y de propaganda para el Kremlin.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, proponen un sistema de defensa integrado contra los falsos videos, imágenes o audios generados por inteligencia artificial. ¿Cómo funciona?
En septiembre pasado, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, repitió la afirmación de que decenas de biolaboratorios de EEUU en Ucrania suponen un peligro para Rusia.
El Kremlin destina cada vez más esfuerzo y dinero a la desinformación. Solo en 2023 gastó 1.900 millones de dólares en propaganda, la mayoría dirigida a las audiencias dentro de Rusia y Ucrania.