Más de una semana después de la explosión en una obra soterrada con material de guerra en la localidad de Melones, Holguín, que dejó a 13 personas desaparecidas, los militares no han informado sobre las labores de rescate en el área. Un experto consultado por Martí Noticias considera que la probabilidad de que haya sobrevivientes es muy baja.
Octavio Pérez, coronel retirado de la Fuerza Armada de Estados Unidos, exoficial de Inteligencia y analista militar, responsabiliza a las autoridades de la isla de lo ocurrido. "Las unidades en Holguín son supuestamente unidades de infantería. Si están soterradas, se debe haber desplomado todo el túnel”, dijo.
La última publicación oficial del Ejército, en la que calificaron el hecho como un “desastre de origen tecnológico”, es de hace cinco días. Según la nota publicada en las redes sociales del Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR), los rescatistas entrarían al lugar cuando las condiciones lo permitan, sin ofrecer más detalles.
Entre los desaparecidos hay cuatro oficiales y nueve soldados. “Darle finalidad a esos muchachos que murieron ahí va a ser difícil”, comentó Pérez, que entiende que no han enviado a personas capacitadas para acceder al lugar y que lo que retrasa el rescate podría ser el temor a más detonaciones.
Vecinos de Melones dijeron a 14ymedio que hasta ahora solo han visto varios drones sobrevolando la zona del desastre. "Los drones pueden detectar gases y sirven para ver deslaves. Deben estar estudiando cómo se encuentra el lugar y las condiciones de entrada con menos peligro", explicó Pérez a Martí Noticias.
En algunos casos similares suele descartarse la búsqueda, apuntó. “En países como Corea del Norte se ha elegido no acceder a túneles de estas características que han colapsado, por el miedo a perder también a los que van a rescatarlos”, añadió.
Testimonios de familiares apuntan a que varios de los soldados son jóvenes en cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio (SMO), pero el gobierno cubano todavía no lo ha informado de manera oficial.
"Esos muchachitos de 18 a 21 años murieron por la ineptitud de sus líderes”, aclaró el exmilitar. Para él, el primer error radica en la falta de calificación del personal para manipular los armamentos.
“En el ejército americano, por ejemplo, cuando vas a inspeccionar municiones almacenadas, se manda un equipo especial de logística y municiones que sabe lo que está haciendo”.
El mantenimiento periódico y adecuado de estos lugares es también esencial para garantizar la seguridad, agregó. Pérez localizó a través de Google Maps un lugar en Melones que se asemeja a unas “cavernas”, donde cree que pudiera encontrarse el polvorín.
Según explicó, estos almacenes bajo tierra requieren un orden estricto y aislamiento de ciertos objetos, niveles muy controlados de humedad, correcta señalización y la supervisión de que nada esté oxidado. “Si la artillería no está en el orden adecuado, cualquier movimiento puede causar una explosión primaria y otras colaterales, sin importar la edad del armamento. Hay armamentos de 30, 40 o 50 años que se pueden usar si se manipulan y almacenan correctamente”.
El exoficial de Inteligencia estadounidense considera que los incidentes registrados en los últimos años en Cuba sugieren que en la esfera militar no existe un control adecuado en ese sentido. En 2020, varias explosiones en una “obra de alta protección del Ejército Oriental”, en la localidad de Gibara, Holguín, obligaron a la evacuación de más de 1.000 personas. En esa ocasión, el MINFAR vinculó el hecho a "municiones envejecidas".
Según cifras recopiladas por organizaciones independientes, al menos 17 jóvenes han fallecido desde 2022 mientras cumplían el Servicio Militar, que en Cuba es obligatorio desde 1963. El parlamento aprobó a mediados de 2023 un nuevo código penal militar que incluye sanciones de hasta 5 años de cárcel a quienes se nieguen a pasarlo.
Tras la tragedia en Melones han cobrado fuerza varias iniciativas de la sociedad civil que se oponen a la obligatoriedad del Servicio Militar mientras los canales de información del Ejército, que no tocan el tema desde el pasado viernes, han impulsado una campaña de promoción SMO y a la participación de civiles en actividades militares.