La máxima autoridad de la iglesia en Cuba, el cardenal Juan de la Caridad García, arzobispo de La Habana, dijo que desconocía que se había realizado una negociación secreta entre Cuba y Estados Unidos con mediación de la Iglesia que involucraba la liberación de cientos de presos políticos.
“Me acabo de enterar ahora", dijo el cardenal a Martí Noticias el martes, tras ser consultado sobre el anuncio. "No sé si va a haber liberación de presos porque esas gestiones se han hecho a lo largo de muchos años, algunas veces con éxito y otras no”, comentó, añadiendo que es algo que se le ha pedido al Sumo Pontífice muchas veces.
EEUU anunció el martes una serie de cambios en la política hacia Cuba, incluyendo la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y la suspensión del Título III de la Ley Helms-Burton. EE.UU también dijo que eliminaba una lista de entidades restringidas del gobierno cubano que no pueden hacer negocios con Estados Unidos.
En una sesión con periodistas, un funcionario anticipó que las medidas traerían un "rápido" alivio a los cubanos arrestados tras las protestas del 11 de julio.
Una hora después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla informó en un comunicado sobre la excarcelación de 553 personas condenadas por "varios delitos castigados por la ley".
El Minrex dijo que como parte de sus "estrechas" relaciones con el Vaticano, y tras varias reuniones del Papa con el canciller del régimen Bruno Rodríguez Parrilla y el gobernante Miguel Díaz-Canel, habían dirigido una carta al Santo padre a inicios de este mes informándole la decisión de liberar a los presos.
Las autoridades cubanas calificaron los procesos como un gesto propio de la naturaleza "justa y humanitaria" de los sistemas penales y penitenciarios cubanos, en el marco y "espíritu" del Jubileo Ordinario del año 2025 declarado por el Papa.
La Iglesia Católica tiene un importante historial de mediación en la liberación de presos políticos. En 1998, en el marco de la visita del papa Juan Pablo II a la isla, se excarceló a casi 300 presos, por la inédita negociación entre el gobierno de Fidel Castro y la alta jerarquía de la Iglesia Católica.
En 2010 fue pactada una amnistía con el gobierno de Raúl Castro con mediación del cardenal Jaime Ortega y el apoyo del canciller español Miguel Ángel Moratinos, para los 75 presos de la "Primavera Negra" de 2003, disidentes acusados de trabajar al servicio de Washington para "desestabilizar al país", aunque no todos aceptaron abandonar Cuba.
Hasta ahora el régimen no ha reconocido el carácter político de los excarcelados.
Varias organizaciones han documentado que en Cuba hay al menos 1.153 prisioneros políticos, muchos detenidos por protestar contra el gobierno el 11 de julio de 2021, más del doble de la cifra de presos que se ha prometido liberar de manera gradual.