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La administración del presidente Joe Biden sacará a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo como parte de una negociación con el régimen cubano que implica la liberación de presos políticos, dijeron tres fuentes en el gobierno y el Congreso de EEUU con conocimiento del anuncio.
La decisión se tomó tras la mediación de la Iglesia Católica, donde el Vaticano tuvo un importante papel mediador, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas, a pocos días de la salida de Biden de la Casa Blanca.
En marzo pasado, Biden anunció la salida de Cuba de la lista de Países que No Cooperan Plenamente con los Esfuerzos Antiterroristas pero decidió mantenerlo como Estado Patrocinador del Terrorismo, por los vínculos de La Habana con países como Irán y Corea del Norte y por acoger a prófugos de la justicia estadounidense, entre otros argumentos.
A mediados de diciembre el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que la actual Administración no planeaba eliminar a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores en la que fue cuestionado por la congresista María Elvira Salazar.
“No anticipo ningún cambio en nuestra política hacia Cuba durante el mandato de esta administración”, indicó.
Cuba fue incluida por primera vez en el listado de países patrocinadores del terrorismo en 1982 bajo la acusación de que el régimen cubano apoyaba a grupos armados y terroristas en América Latina y otras partes del mundo. A lo largo de los años, la permanencia de Cuba en la lista ha sido un punto de fricción en las relaciones entre Estados Unidos y la isla, especialmente en momentos claves de la historia, como durante el acercamiento diplomático entre los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro en 2015.
Bajo la administración de Donald Trump, Cuba fue nuevamente colocada en la lista en 2020, en un esfuerzo por revertir las políticas de distensión implementadas en el mandato de Obama. La administración Trump acusó al gobierno cubano de apoyar a grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros movimientos insurgentes en América Latina.
La permanencia en la lista implica duras limitaciones financieras para La Habana y trabas para operar transacciones bancarias y líneas de crédito a nivel internacional, entre otras.
Varios políticos han reaccionado a la noticia. El congresista Carlos Gimenez excribió en X: “la dictadura asesina de Cuba participa activamente en el terrorismo en nuestro hemisferio y en todo el mundo”.
El senador republicano Rick Scott apuntó por su parte: "El regalo de despedida de Joe Biden a los dictadores y terroristas de todo el mundo: sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y facilitarles la amenaza a nuestra seguridad nacional. Esto es imprudente y peligroso".
"El apaciguamiento de Biden está beneficiando directamente a los dictadores de Cuba, que alimentan el terrorismo y oprimen a su pueblo. Trabajaré con el presidente Trump desde el primer día para exigir cuentas al régimen comunista cubano y liberar al pueblo cubano", agregó.