"Como ciudadanos rusos, tenemos que permanecer en el frente... hasta el final", dijo al medio estadounidense Politico un recluta cubano atrapado en una guerra a la que ha llegado por la conveniencia de un estatus migratorio y un pasaporte extranjero.
Jorge, el recluta cubano, es uno de miles de extranjeros que firmaron un contrato de un año con el ejército ruso a cambio de un salario atractivo y la la aprobación de la ciudadanía para ellos y sus familiares.
La realidad es que muchos de estos jóvenes no han regresado del frente de ballata. “Nunca logras tu sueño de regresar con dinero de la guerra", como diría un amigo de Camilo Ochoa, uno de los cubanos que perdió la vida en 2024, en la guerra de Rusia contra Ucrania, cuando faltaba menos de un mes para terminar su contrato.
Para los cubanos, la promesa de un segundo pasaporte, aunque sea ruso, ha sido un gran atractivo, pero el documento "viene con un lazo adjunto", dice el reporte de Politico, que firma Eva Hartog.
El año de servicio por el que firmó el contrato podría alargarse indefinidamente para Jorge, y muchos otros en igual situación.
"Ahora nos dicen que, como somos ciudadanos rusos, tenemos que seguir luchando hasta el final de la guerra”, dijo el cubano a Politico desde la región rusa de Kursk, donde las tropas de Moscú enfrentan la ofensiva de Kyiv.
Politico aclara que ha identificado a Jorge y sus otros entrevistados con un seudónimo "por razones de seguridad".
David, otro recluta cubano cuyo contrato terminó oficialmente en julio de 2024, dijo a Politico que los jefes militares están usando la ciudadanía para atarlos al frente. “Eso me suena a chantaje”, dijo. Su pasaporte ruso y su identificación de Cuba fueron confiscados a finales de 2023 por sus superiores.
También hay reclutas que, más de un año y medio después de alistarse, no han recibido aún su pasaporte ruso. Es el caso de Manuel, que estuvo entre la primera ola de cubanos en viajar a Rusia por esta vía. “No quieren dejarnos ir”, dijo a Politico.
Mientras, la permanencia en el frente aumenta el riesgo de lesiones físicas o mentales, e incluso de muerte. “Si tan solo hubiera podido cavar trincheras... El año pasado hice lo que dije que nunca haría, pero era matar o morir y tengo cuatro hijos que cuidar”, confeso David.
La edición europea del medio estadounidense contactó a otros tres cubanos destacados en Kurst, y a los familiares de otros cinco, cuyos testimonios revelan "cómo Moscú está atrapando a los extranjeros –así como a sus propios ciudadanos– en la línea del frente mientras intenta agotar a Ucrania y a sus patrocinadores occidentales, al tiempo que protege a su propia población del impacto de una guerra prolongada".
Además de Cuba, el Kremlin ha contratado el servicio de soldados de varios países, incluidos Nepal, Ghana, Siria, India y Sri Lanka, pero no utilizando canales directos u oficiales, sino a través de "intermediarios turbios", señala Politico.
En el caso de Cuba, la información sobre estos reclutamientos ha sido dispersa y confusa.
En septiembre de 2023, las autoridades cubanas anunciaron que trabajaban en la desarticulación de una red de trata de personas que reclutaba a ciudadanos cubanos para ir a pelear en Ucrania como mercenarios al servicio de Rusia. La respuesta oficial vino meses después de que medios locales rusos publicaran imágenes de cubanos firmando los contratos para unirse al ejército ruso, y de que se hiciera viral el relato de Andorf Velázquez y Alex Vegas, dos jóvenes de la isla que explicaron que fueron engañados por los reclutadores.
No hay cifras de cuántos cubanos han sido reclutados por el Kremlin para esta guerra, ni tampoco de otros países. Tampoco se sabe cuántos han muerto en el campo de batalla.
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