A continuación, un editorial que refleja la opinión del gobierno de Estados Unidos:
Estados Unidos condena la emisión por parte del gobierno de Hong Kong de nuevas órdenes de arresto y recompensas contra seis activistas por la democracia en el extranjero y la cancelación de pasaportes para otros siete activistas, incluidos algunos en Estados Unidos.
La policía de seguridad nacional de Hong Kong emitió una nueva ola de órdenes de arresto a finales de diciembre, junto con $1 millón de dólares de Hong Kong (unos $130.000 dólares estadounidenses) en recompensas, contra seis defensores de los derechos humanos de Hong Kong en el extranjero.
Los últimos objetivos incluyen a Carmen Lau, Chloe Cheung, Tony Chung, Chung Kim-wah, Victor Leung Mau-ho y Joe Tay. Han sido acusados de delitos contra la seguridad nacional, como connivencia con fuerzas extranjeras e incitación a la secesión como resultado de publicaciones y discursos en redes sociales.
Entre los siete defensores de los derechos humanos a los que se les revocó el pasaporte más recientemente se encuentran Ted Hui, Anna Kwok, Elmer Yuen, Dennis Kwok, Kevin Yam, Frances Hui y Joey Siu. También se han enfrentado a recompensas internacionales por su defensa de los derechos humanos.
En junio de 2024, el gobierno de Hong Kong canceló los pasaportes de seis activistas radicados en el Reino Unido. Y en julio y diciembre de 2023, el gobierno de Hong Kong emitió órdenes de arresto y recompensas, en virtud de la Ley de Seguridad Nacional de 2020, contra 13 activistas con sede en Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
"Rechazamos los esfuerzos del gobierno de Hong Kong para intimidar y silenciar a las personas que eligen hacer de Estados Unidos su hogar", declaró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado. "Estados Unidos no vacila en su defensa de quienes son atacados simplemente por ejercer su derecho a la libertad de expresión".
"La aplicación extraterritorial de las leyes de seguridad nacional de Hong Kong es una forma de represión transnacional que amenaza la soberanía de Estados Unidos y los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos de todo el mundo", dijo Miller. "Estas acciones demuestran el desprecio de las autoridades de Hong Kong por las normas internacionales y por el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica."
Estados Unidos pide "al gobierno de Hong Kong que deje de utilizar sus leyes de seguridad nacional para silenciar la disidencia".